Recursos

Formación por medio del arte como recursos para el aprendizaje 

En la actualidad, las organizaciones se ven enfrentadas a mayores requerimientos y exigencias para poder afrontar con éxito las nuevas necesidades de clientes y empresas. La globalización y las nuevas tecnologías, como ámbitos integrados a las estrategias empresariales, justifican que las organizaciones quieran innovar no sólo en productos y servicios, sino también en la forma de gestionar su capital humano.

Por lo anterior, las personas requieren desarrollar nuevas competencias y habilidades para enfrentar la sociedad actual, estableciendo la necesidad de buscar formas que las dirijan hacia una mayor productividad y desarrollo personal. En este punto muchos se preguntan sobre la posibilidad del mejoramiento constante y qué se puede hacer para lograrlo. Esto motiva la decisión de desarrollar un diseño de capacitación que permita dar respuesta, desde una óptica teórica y práctica, de la importancia de que ésta sea una instancia estratégica fundamental para el funcionamiento y desarrollo de una organización que desea ser exitosa (Chiavenato, 2005).

La creciente necesidad de formular nuevas y mejores opciones para generar el desarrollo del capital humano, nos permite plantear como hipótesis el uso de la expresión artística como herramienta de trabajo en el proceso de diseño de un programa de capacitación. Surge la posibilidad de revitalizar un paradigma sobre la utilidad del arte, “el deseo de hacer cosas hermosas debe ser más fuerte que el deseo de hacer cosas útiles” (Read, 1995, p 216), pues la belleza y la utilidad no se deben concebir por separado y en cuyo centro se encuentra la discusión sobre su función estética y su función socializadora, entendiendo por esto no sólo la capacidad de expresión estética del objeto creado, sino en las propiedades de los objetos estéticos en tanto portadores de diálogo social.

El central de Fojacero consiste en vivificar la tesis formulada por primera vez por Platón, al decir que “el arte debe ser la base de toda forma de educación natural y enaltecedora” (Read, H. 1995, p 23). Para ello procuramos incorporar en el diseño de nuestros programas áreas fundamentales de la educación y el mundo organizacional aplicados a los principios del aprendizaje en adultos. De esta manera incorporamos el arte como metodología de enseñanza/aprendizaje en el diseño de las propuestas, para reforzar la formación base y facilitar la asimilación de la formación complementaria. Con el arte es posible desarrollar una serie de destrezas y competencias ricas y fundamentales para la vida cotidiana, en todos sus ámbitos, incluido el mundo laboral.